lunes, enero 14, 2008

Un visitante (vino del mercado...)



Escucho movimientos torpes en la cocina... naturales movimientos torpes que significan que alguien está limpiando algo, cocinando algo, o intentando no hacer lo uno ni lo otro. De pronto, mi esposa exhala un "ohhh" y se escucha el seco golpe de algo esponjoso tirado al fregadero vacío. La curiosidad me llama, y llego a la cocina para ver la palidez de mi esposa y el verde intenso del brócoli mojado dentro del fregadero. Sin decir palabra, sólo el índice apuntando, veo la mancha negra, estática, en medio de tallos y arbustos. Menos de una pulgada de negro, vista por arriba, sólo unas patas flacas que amenazan a nadie. Pero algo recuerdo y decido mover al animal, hacerlo que me muestre su vientre. Lo hace y esto es lo que veo. Su picadura es casi imperceptible, como la de un mosquito; pero es cuestión de unos minutos para sentir los calambres en el estómago. Pronto, sin tratamiento, el cuerpo entero se colapsa. En efecto, parece que la Viuda Negra, o araña Capulina, como se le conoce en otras latitudes, es uno de los animales más venenosos de México. Una visita no muy grata... como fueron las horas que pasé monitoreando a mi esposa esa extraña mañana...

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